martes, 18 de diciembre de 2012

Masaje Tradicional Terapéutico Tailandés: Una experiencia para renacer.

El masaje tailandés es una coreografía serena que combina estiramientos asistidos con suaves presiones. Es un método excelente para reequilibrar la estructura corporal, mental y emocional, permitiendo que florezca la potencialidad de cada ser. El masaje tradicional tailandés es un método fantástico para mantener y mejorar la movilidad, la flexibilidad y la energía vital. Es beneficioso para todas las personas, tanto para las sedentarias como para las que llevan una vida plena de actividad física. Este trabajo corporal reduce al mínimo las posibles lesiones en las articulaciones, los ligamentos y los músculos. Mejora la circulación sanguínea y linfática, tonifica el sistema nervioso y fortalece el inmunitario. Asimismo, proporciona bienestar al liberar la tensión generada por el estrés, y armoniza los aspectos psicofísicos y más sutiles del ser humano. El masaje tradicional tailandés aplica presiones estáticas y rítmicas que comprimen el tejido blando, junto a estiramientos que producen una elongación máxima y estimulan la vasta red de terminaciones nerviosas que se encuentran en la zona que se trabaja en cada momento. Por medio del sistema nervioso central, este estímulo es enviado al cerebro, que responde con impulsos que afectan a otras partes del cuerpo, incluidas las funciones orgánicas. Éstas son estimuladas o sedadas, según la intensidad y la duración de la presión o el estiramiento, en función de la necesidad terapéutica. Este masaje también se utiliza como tratamiento curativo y preventivo para alcanzar el equilibrio del prana o energía esencial y recuperar la flexibilidad y libertad de movimientos con la que venimos al mundo.

lunes, 23 de julio de 2012

Descansa en la naturaleza de la Mente; allí no hay esfuerzo, sólo una rica comprensión, una actitud despierta y una certeza inconmovible. Cuando estas en la naturaleza de la Mente, la mente ordinaria ya no está ahí. Ahí simplemente eres. No hay nada en especial que hacer. -Buda-

viernes, 6 de abril de 2012

El desapego

En el desapego se encuentra la sabiduría En la sabiduría de la incertidumbre se encuentra la libertad con respecto a nuestro pasado, con respecto a lo conocido, que es la cárcel del condicionamiento pasado. Con nuestra disposición a adentrarnos en lo desconocido, el campo de todas las posibilidades, nos sometemos a la mente creativa que dirige la danza del universo. Esta Ley dice que para adquirir cualquier cosa en el universo físico es preciso renunciar al apego a esa misma cosa. Esto no quiere decir que abandonemos la intención de crear nuestro deseo. Abandonamos nuestro apego al resultado. Esta acción es muy poderosa. En el momento en que renunciemos al apego al resultado, combinando la intención apuntada con el desapego simultáneamente, tendremos todo lo que deseamos. El apego se basa en el miedo y en la inseguridad, y la necesidad de seguridad se basa en la falta de conocimiento de nuestro Yo verdadero. La búsqueda de la seguridad es una ilusión. La solución a esta necesidad humana se encuentra en la sabiduría de la inseguridad o de la incertidumbre. La búsqueda de la seguridad y de la certidumbre no es más que un apego a lo conocido y lo conocido no es más que la cárcel del condicionamiento pasado. La incertidumbre, por su parte, es el terreno fértil de la creatividad y la libertad puras, supone adentrarse en lo desconocido en cada momento de nuestra existencia. Lo desconocido es el campo de todas las posibilidades, siempre frescas, siempre nuevas, siempre abiertas a la creación de nuevas manifestaciones. Sin incertidumbre y sin lo desconocido, la vida no sería más que la repetición trillada de recuerdos gastados. Nos volvemos víctimas del pasado, y nuestro verdugo de hoy es el yo que nos queda en el ayer. La fuente de la riqueza, de la abundancia, o de cualquier otra cosa en el mundo físico es el Yo. Todo lo demás son símbolos (automóviles, casas, billetes) transitorios que van y que vienen. Perseguir los símbolos es como conformarse con un plano en lugar del terreno verdadero. Así se genera angustia; acabamos sintiéndonos huecos y vacíos, porque cambiamos nuestro Yo por los símbolos de nuestro Yo. El apego procede de la conciencia de pobreza, pues el apego siempre se dirige a los símbolos. El desapego es equivalente a la conciencia de riqueza, pues con el desapego existe la libertad para crear. Sólo con la participación desapegada podemos tener alegría y buen humor. De esta forma, los símbolos de la verdadera riqueza se crean espontáneamente y sin esfuerzo. La verdadera conciencia de la riqueza es la capacidad de tener cualquier cosa que deseamos, en el momento en que la deseamos y con el mínimo esfuerzo Aplicación práctica. 1. Hoy practicaré el despego. Intervendré en todo con participación desapegada. 2. Hoy viviré la incertidumbre. Cuanto más inciertas parezcan las cosas, más seguro me sentiré yo, pues la incertidumbre es el camino que me conduce a la libertad. 3. Me adentraré en el campo de todas las posibilidades y viviré toda la magia, misterio y alegría de la vida. Deppak Chopra

Que es Pranayama?

La respiración (del griego psyche: aliento, alma) es la única función fisiológica que, además de ser involuntaria o mecánica (es una actividad refleja), también puede ser controlada conscientemente. En la práctica del Yoga este control se denomina Pranayama, un vocablo que deriva del sánscrito Prana (pra=primera unidad, na=energía) y Yama: (controlar y extender, manifestación o expansión) Dice el Hatha Yoga Pradipika que "cuando el aliento va y viene, la mente está inquieta, pero cuando el aliento se calma, también se calma la mente". La respiración consciente o Pranayama es, pues, una de las claves del Yoga, que considera que la respiración es la puerta de acceso a la purificación del cuerpo y la mente. El Hatha Yoga Pradipika la incluye en su segundo libro mientras que, en el Yoga se los Ocho pasos (Ashtanga Yoga), el maestro Patanjali sitúa al Pranayama, el arte de la respiración consciente, en el cuarto paso hacia la purificación del cuerpo y de la mente. Normalmente el ser humano respira sin esfuerzo aparente unas 18 veces al minuto, 1.080 veces a la hora, 25.920 veces al día. En Yoga se considera que el aire es la energía vital, es decir, la vía primaria por donde fluye el prana, de tal forma que el control de la respiración es inseparable del movimiento, quietud o desarrollo de las posturas (asanas) Según el maestro B.K.S. Iyengar "sólo gracias a una respiración adecuada, las asanas se llenan de inteligencia".

...Libre como el viento
Arrasador como el fuego
Firme como el bosque
Inmutable como la montaña... FU-RI-KA-Zan

Que es äsana?

Postura o posición que debe adoptar el cuerpo y la mente. Cada ásana es una unidad en sí mismo un estado que al estar bien realizado produce los siguientes efectos: - Pone en acción determinados músculos, huesos y articulaciones diferentes a los habituales y de modo diferente al que se utiliza en la vida corriente. -Ejerce una estimulación de glándulas y órganos por medio de la compresión o masaje. -Favorece la actividad de determinados nervios y plexos nerviosos produciendo un efecto físico y la estimulación en profundidad y amplitud de la sensibilidad interna. -Puede modificar y estimular la circulación sanguínea revitalizando. -Induce de modo natural a: un determinado tipo de respiración un particular estado de conciencia vegetativa un característico estado mental Desde el punto de vista oriental: -Estimula la circulación de prana (energía vital) en general y la acumulación en determinados chakras. -Aísla el cuerpo físico y psíquico de ciertas energías procedentes de la tierra y del ambiente facilitando la obtención de determinados estados mentales y la meditación. -Cada ásana reproduce un estado de la Creación induciendo a un estado de conciencia espiritual. Según una leyenda hindú Brahma creó el Universo adoptando unas determinadas actitudes meditativas que después reveló a algunos sabios como técnicas secretas para alcanzar la perfección. Éste es según la tradición mítica el origen de los ásanas y de los pránáyáma. Sacado de Hatha Yoga de Antonio Blay